Gloria Guevara Manzo con sus dos mundos, puede ganar ONU Turismo

Gloria Guevara Manzo

Pienso que la carrera por la secretaría general de ONU Turismo ha dejado claro que el sector no puede seguir gestionándose como un comité de relaciones públicas como lo manejaba Zurab Pololiskavilli. Necesita dirección técnica, visión de largo plazo y liderazgo con experiencia real en gestión de crisis, desarrollo económico y articulación global. Creo que Gloria Guevara Manzo representa ese perfil, y su candidatura es una oportunidad crítica para redefinir la relevancia del turismo dentro del sistema global.

De tal forma que Gloria Guevara Manzo sí puede ganar la Secretaría General de ONU Turismo. Y no solo porque ha hecho campaña con rigor o porque México la respalda con solidez institucional. Puede ganar porque su perfil —casi único en el ecosistema turístico internacional— reúne algo que pocos pueden presumir: experiencia comprobada en los dos mundos que mueven al turismo global, el público y el privado.

De tal forma que Guevara no es solo una exministra que entiende el engranaje burocrático de los gobiernos. Tampoco es solamente una operadora técnica que domina la lógica empresarial. Es ambas. Y es precisamente esa cualidad la que la convierte en una candidata distinta, con capacidad para construir puentes, negociar agendas y ejecutar estrategias desde el terreno y no desde el escritorio.

Gloria Guevara: Un perfil híbrido, como exige el nuevo turismo

De igual manera, durante más de tres décadas, Gloria Guevara ha ocupado posiciones clave en los dos frentes. Como secretaria de Turismo de México, llevó el tema del turismo al G20 por primera vez en la historia. Como presidenta y CEO del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC), articuló protocolos globales durante la pandemia, cuando la mayoría de los organismos multilaterales se paralizaron. Y más recientemente, como asesora del ministro de Turismo de Arabia Saudita, impulsó políticas para usar el turismo como generador de empleo, inclusión y transformación local.

Este tipo de trayectorias no abundan en el sistema internacional. La mayoría de los perfiles vienen marcados por un sesgo: o son diplomáticos sin conocimiento operativo, o son técnicos sin formación multilateral. Guevara, en cambio, entiende la lógica de los gobiernos y también la lógica de las inversiones, algo crucial en un sector donde el capital privado y la política pública deben convivir si se aspira a tener impacto.

El sector necesita dirección, no discursos

Cuatro pilares para una nueva era

Su propuesta parte de una visión ordenada y realista del turismo global, basada en cuatro pilares estructurales que responden a los retos de esta década:

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  1. Resiliencia: Preparar al sector para futuras crisis, con protocolos, coordinación y velocidad de respuesta.
  2. Oportunidades: Detonar empleos locales y empoderar a mujeres y jóvenes en comunidades receptoras.
  3. Sustentabilidad: Proteger los activos naturales con acciones concretas, no con folletos de marketing verde.
  4. Innovación: Apostar por tecnología útil, desde la inteligencia artificial hasta la biometría, para fortalecer la cadena de valor.

Pero quizás su propuesta más concreta que la distinguirá, es la creación de una plataforma de acceso a financiamiento turístico para pymes. Hoy existen miles de millones de dólares en fondos verdes y sostenibles que no aterrizan en los destinos por falta de asesoría técnica. Guevara plantea que ONU Turismo deje de ser solo una oficina de eventos y se convierta en una verdadera agencia de articulación global, capaz de “traducir” esos recursos en proyectos viables en campo.

Esto no es retórica. Es gobernanza. Y es lo que más necesita ONU Turismo, una institución que ha perdido relevancia, atrapada entre el discurso institucional y la falta de resultados concretos.

La pregunta que importa: ¿puede ONU Turismo ser útil al sector privado?

En una de las preguntas clave durante su encuentro con medios se la pregunte directamente:
¿Cómo lograr que la política pública en turismo coincida e impulse más a los intereses y objetivos del sector privado turístico? ¿Es posible esto desde ONU Turismo?

La respuesta de Gloria Guevara fue clara y sin ambigüedades: sí, es posible, pero solo si se reconoce que el sector público y el privado no pueden avanzar uno sin el otro. La política pública turística, dijo, debe diseñarse y ejecutarse con base en un proceso de concertación real. No basta con consultas formales ni discursos inclusivos. Se requiere diálogo operativo y acuerdos vinculantes, donde cada actor del ecosistema turístico tenga un lugar en la mesa y en la solución.

En sus palabras: “La política pública es muy importante, pero cuando se hace de la mano del sector privado, cuando se escucha a las pequeñas y medianas empresas, cuando se diseñan mecanismos viables y se ejecuta con acuerdos reales, entonces sí se puede acelerar el desarrollo del turismo”.

Guevara no se limita a la teoría. Propone que ONU Turismo sea la plataforma que orqueste estas alianzas con claridad metodológica, capacidad técnica y sentido de urgencia. Que escuche, articule, estructure y escale soluciones que beneficien tanto a gobiernos como a inversionistas. Porque la inversión necesita reglas, pero también visión. Y la política necesita legitimidad, pero también resultados.

Este tipo de colaboración público-privada no solo es deseable: es indispensable para que el turismo sea una herramienta real de desarrollo. Y ONU Turismo puede y debe ser el organismo que dé forma a ese nuevo modelo de gobernanza global.

Aquí, otra vez, se revela la ventaja comparativa de Guevara. Porque no lo dice desde la teoría, sino desde la práctica. Porque no solo lo piensa, lo ha hecho.

Gloria Guevara: Una candidatura seria, en tiempos de improvisación

Hoy quedan cinco personas en la contienda. Algunas con experiencia en política interna. Otras con vínculos empresariales. Pero ninguna con un balance tan probado y tan global como Guevara. Y eso no solo se nota en su propuesta. Se nota en su respaldo.

Más de 200 líderes del sector privado han firmado cartas de apoyo. Lo mismo han hecho universidades y asociaciones de todo el mundo. Incluso países que no votan han expresado públicamente su respaldo. Porque reconocen que no se trata solo de una candidatura. Se trata de un liderazgo viable y útil.

México, en la escena global con perfil profesional

México ha jugado bien sus cartas. La cancillería ha acompañado el proceso con profesionalismo. La Secretaría de Turismo ha hecho política de altura. La presidenta Sheinbaum ha respaldado esta postulación con claridad. Y Guevara ha hecho su parte: sumar apoyos, defender una visión y explicar cómo se aterriza.

Más allá del posible triunfo, la campaña ha reposicionado a México como un actor serio en la gobernanza turística internacional. No como un país que busca cargos, sino como un país que ofrece capacidad.

El turismo global necesita un nuevo equilibrio

El 30 de mayo, el Consejo Ejecutivo de ONU Turismo elegirá a su próxima o próximo líder. Quien gane deberá encabezar la organización en una etapa crítica: redefinir su utilidad, restaurar su credibilidad y conectar la cooperación internacional con resultados medibles.

Gloria Guevara puede lograrlo porque conoce el sistema desde dentro. Porque ha operado en gobiernos, pero también en empresas. Porque entiende la lógica política, pero también la lógica de ejecución. Porque pertenece, genuinamente, a los dos mundos del turismo. Y esa, hoy por hoy a mi parecer, es su mayor fortaleza.

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