Turismo Social: ¿Qué es? Definición y varios ejemplos

turismo social

¿Qué es el turismo social? Se refiere a una forma de turismo que busca proporcionar oportunidades de viaje y recreación a sectores de la población que tienen menos recursos económicos o que se encuentran en situación de vulnerabilidad social.

Esto se logra a través de la implementación de políticas, programas y acciones que hacen accesible el turismo a diferentes segmentos de la población.

El objetivo principal es garantizar el acceso equitativo a las experiencias turísticas, permitiendo que personas con bajos ingresos o en condiciones desfavorecidas puedan disfrutar de actividades de ocio y visitar diferentes destinos.

El turismo social se enfoca en ofrecer opciones de viaje asequibles, promoviendo tarifas especiales, descuentos y programas de apoyo para que aquellos que tienen menos recursos puedan participar.

Además, puede involucrar actividades de educación, cultura y recreación que fomenten el desarrollo personal y comunitario.

Algunos de los grupos que suelen beneficiarse del turismo social son las personas de la tercera edad, personas con bajos ingresos económicos, personas con discapacidades, familias en situación de vulnerabilidad social, jóvenes, y otros colectivos que enfrentan barreras económicas o sociales para viajar.

Algunos ejemplos de turismo social

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Programas de vacaciones para personas mayores:

Organizaciones y agencias de viajes ofrecen paquetes turísticos asequibles y adaptados a las necesidades de los adultos mayores, promoviendo su bienestar y fomentando la socialización.

Turismo comunitario:

Se promueven visitas a comunidades locales, donde los turistas tienen la oportunidad de conocer la cultura, tradiciones y actividades productivas de la región. Los beneficios económicos generados por el turismo se reinvierten en la comunidad.

Viajes escolares y excursiones educativas:

Se organizan salidas educativas para estudiantes de escuelas y colegios, brindándoles la oportunidad de aprender fuera del entorno académico tradicional y explorar diferentes destinos.

Turismo inclusivo:

Se enfoca en garantizar la accesibilidad y adaptabilidad de los destinos turísticos para personas con discapacidades, asegurando que puedan disfrutar plenamente de las experiencias de viaje.

Estos son solo algunos ejemplos, pero el turismo social puede abarcar una amplia gama de actividades y programas diseñados para facilitar el acceso al turismo a diferentes grupos de la sociedad.

El programa de turismo social puede involucrar diferentes modalidades y actividades, como:

Programas de alojamiento y transporte a precios reducidos:

Se establecen acuerdos con hoteles, posadas, campings u otros tipos de alojamientos para ofrecer tarifas especiales a personas que forman parte de programas de turismo social.

Asimismo, se pueden proporcionar descuentos en el transporte, como boletos de autobús o avión a precios más asequibles.

Excursiones y visitas a lugares de interés:

Se organizan salidas a sitios turísticos, museos, parques naturales, eventos culturales y otros lugares de interés a precios accesibles. Estas excursiones pueden incluir guías turísticos y actividades complementarias.

Programas de formación y capacitación:

Además de proporcionar experiencias turísticas, el turismo social puede incluir programas de formación en áreas como turismo sostenible, patrimonio cultural, gastronomía local, entre otros.

Esto permite a las personas adquirir habilidades y conocimientos que les pueden ser útiles en el ámbito turístico o en su desarrollo personal.

Actividades de voluntariado turístico:

Se fomenta la participación en proyectos de voluntariado en destinos turísticos, donde los visitantes pueden contribuir a actividades comunitarias, conservación del medio ambiente, proyectos educativos y sociales.

Turismo rural y comunitario:

Se promueve el desarrollo de actividades turísticas en áreas rurales o en comunidades locales, generando empleo e ingresos para la población local y permitiendo a los turistas conocer y participar en la vida cotidiana de estas comunidades.

El turismo social no solo beneficia a los viajeros, sino también a las comunidades receptoras, ya que puede contribuir al desarrollo económico, la generación de empleo y la preservación cultural y ambiental de los destinos.

Es importante destacar que el turismo social no busca reemplazar el turismo convencional, sino complementarlo, brindando oportunidades a aquellos que de otra manera no podrían acceder a ellas.

Además, el turismo social fomenta la conciencia social, la solidaridad y la promoción de la igualdad en el ámbito turístico.

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Poco de historia del turismo social

El concepto de turismo social surgió a finales de los años cuarenta y principios de los años cincuenta del siglo XX para describir las actividades turísticas promovidas por organizaciones sin fines de lucro en beneficio de la «clase obrera».

Según la Associazione Mecenate 90 (Asociación Mecenate 90), que ha abordado recientemente la definición del turismo social, hoy en día se presenta como un fenómeno transversal que afecta a diversos sujetos, organismos y tipos de turismo (como el de sol y playa, deportivo o balneario).

En lugar de centrarse en el tipo de experiencia, se refiere a flujos motivados principalmente por el deseo de socialización.

El turismo social prescinde del aspecto vacacional tradicional y se centra en satisfacer la necesidad de interactuar socialmente.

Según los autores de este estudio, los aspectos distintivos del turismo social son su organización estructurada, su enfoque en una audiencia homogénea, la promoción de la socialidad y la protección de grupos vulnerables.

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