Querétaro es un destino turístico con una oferta muy variada para diferentes segmentos, que por alguna razón no está en el radar de los viajeros nacionales, y menos aún de los internacionales, por lo que autoridades y empresarios ya trabajan en conjunto con estrategias para atender esta situación.
Como muestra, la semana pasada la Asociación Queretana de Hoteleros (AQH) recibió a socios del Consejo Nacional de Exportadores de Servicios Turísticos (Conexstur), agrupación responsable de traer viajeros internacionales a México, para potenciar la llegada de turistas del mundo a disfrutar los atractivos de esta entidad.
El encuentro sirvió para firmar un convenio, el primero de esta asociación con un ente empresarial para trabajar de la mano en la reactivación del turismo, que hace buena falta hace. Da gusto saber que la iniciativa privada no se frena y entienda que la colaboración es clave en la era post pandemia, además, atestiguó la secretaria de Turismo estatal, Mariela Morán, como respaldo por parte de la autoridad gubernamental.
La gira de trabajo se concentró en visitas de inspección a los hoteles, así como mesas de trabajo y presentaciones de la oferta de 16 de los 56 establecimientos que agrupa la AQH.
Pero también hubo oportunidad de conocer parte del producto turístico de Querétaro, como el nuevo recorrido de las “Diligencias” por el Centro Histórico y la visita al Pueblo Mágico de Bernal, con su emblemática Peña en Ezequiel Montes.
La meta es clara, Querétaro debe dejar de ser un destino ‘de paso’ para conectar la Ciudad de México con Guanajuato y otros destinos consolidados del Bajío, incrementar la pernocta y por ende detonar la economía a partir del turismo. Para ello son importantes tres cosas: infraestructura, producto y promoción.
Los hoteleros queretanos, encabezados por Luis Signoret, presentaron sus propiedades, habitaciones, áreas comunes, espacio para eventos, y más; también claro está, los acuerdos comerciales a los que pueden llegar con los tour operadores receptivos.
Como producto, Querétaro tiene y mucho. Su herencia histórica con edificios coloniales, su importante papel en la Independencia de México y ser la sede de la firma de la Constitución Política son un gran atractivo para el turismo cultural.
Pero también hay turismo de aventura y naturaleza en destinos como la Sierra Gorda o la propia Peña de Bernal, el turismo enológico con su gran número de viñedos, muchos de ellos abiertos a los viajeros, y claro, escenarios para el turismo de romance, son imán para bodas, lunas de miel o pedidas de mano.
El entusiasmo es mucho, sin embargo, hay puntos que deben mejorar para llegar al objetivo. Por ejemplo, entender mejor el potencial de negocio de Conexstur para enfocar sus presentaciones en las necesidades e intereses del turismo internacional.
La asociación que preside Verena Knopp, previo a la pandemia captaba un millón de viajeros al año, con un gasto promedio de 800 dólares por persona. Su red de socios comerciales consta de 35 mil contactos en 115 países.
La gira de trabajo de los tour operadores con los hoteleros de Querétaro coincidió con el lanzamiento de la campaña de promoción turística de Sectur estatal, evento en el que la asistencia de los tour operadores hubiera abonado, pero a la dependencia le faltó un poco de feeling para aprovechar una oportunidad ideal.
Aun así, me parece que el camino trazado es bueno y Querétaro puede catapultarse en el mapa turístico de México, si hay una buena sinergia entre autoridades, empresarios locales y tour operadores.
Por: Marco Daniel Guzmán
Periodista y columnista especializado en turismo y negocios. 15 años de experiencia reseñando industria turística y destinos.
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